Como niñeras, construir relaciones es el corazón de vuestra carrera profesional. Más que tu formación, tu impresionante experiencia en el cuidado de niños y tu increíble personalidad, lo que importa es cómo conectas con tu niñero, ¡y todo empieza por crear una gran primera impresión!
Lo más probable es que la primera vez que su NK le conozca sea durante una entrevista o un día de prueba, por lo que es importante que ponga todo de su parte y le haga sentirse cómodo con su presencia. Incluso a los adultos nos puede resultar incómodo conocer y hablar con extraños, así que es comprensible que los más pequeños se muestren tímidos y vacilantes cuando se encuentran con una cara desconocida. He aquí algunas formas eficaces de conectar con ellos desde el principio.
1. Empezar con una sonrisa
Una sonrisa cálida llega muy lejos. Como dijo Einstein, “la luz viaja más rápido que el sonido”, así que ya estás causando una buena impresión incluso antes de hablar. Asegúrate de que, además de vestir adecuadamente, llevas una sonrisa accesible. Cada día, el 93% de la comunicación que mantenemos es comunicación no verbal, por lo que una gran parte de la conexión con los niños es la forma en que te comunicas sin ni siquiera hablar.
Además de sonreír, también puedes probar otras formas de comunicación no verbal para ganarte su confianza y ponerle en un ambiente cómodo. Puede ser agitando la mano, inclinando la cabeza, manteniendo el contacto visual, inclinándose hacia delante y respetando la distancia física de seguridad. Asegúrese de que sus acciones les hacen sentirse cómodos y no intimidados.
¡Cuidado! Aunque el contacto físico también es una forma de comunicación no verbal, no todos los niños son receptivos a él, por lo que es una práctica prohibida en el primer encuentro, sobre todo si no hay consentimiento de los padres. Esto puede hacer que los niños sientan que estás invadiendo su espacio.
2. Preséntate
Al presentarte, háblales con un tono tranquilo y amable para que no se asusten ni duden en contestar. Salúdales con su nombre, comparte tu nombre y cuenta algo sobre ti. Compartir algo sobre ti mismo te ayudará a establecer una conexión.
- Puedes decir: “Hola, Jana. Me alegro de conocerte por fin. Me llamo Aby, soy de Santa Mónica y también tengo un perro. Se llama Oreo”.
- O, por ejemplo: “Hola, Joey. Soy Ellie, ¡y me alegro de estar contigo hoy! Yo también jugaba al ajedrez cuando tenía tu edad”.
- O, “Hola, Dom. Soy Lea. Me alegro de verte hoy. A mí también me gusta leer libros. ¿Quieres que leamos este libro juntos?”.
Cuidado. En lugar de centrarte en su aspecto y felicitarles por lo que llevan puesto, diles que te alegras de verdad de conocerles. Esto les hará sentir que les ves más allá de su aspecto e, inconscientemente, que intentas conectar a un nivel más profundo.
3. Conocerles a su nivel
Ponte a la altura de los niños, literal y figuradamente. Cuando te acerques a ellos, evita elevarte sobre ellos; arrodíllate y ponte a su altura. Si no puedes arrodillarte, siéntate en una silla cerca de ellos. De este modo, podrás verles y conectar con ellos a un nivel más personal.
Cuando hables con ellos, pregúntales por sus intereses y las actividades que les suele gustar hacer. Hazlo aunque ya se lo hayas preguntado a sus padres con antelación. Escuchar sus respuestas directamente es lo mejor para que sepan que te interesa conocerles.
Evita hacerles preguntas relacionadas con el colegio o sobre lo que quieren ser de mayores, ya que este tipo de preguntas pueden presionarles. En lugar de eso, vive el aquí y el ahora. Céntrate en lo que les apetece hacer hoy. De este modo, tu NK podrá compartir contigo algo que le emocione en ese momento, a la vez que aumenta su confianza en ti.
- Puedes decir: “Vaya, tienes un montón de libros. ¿Tienes algún libro favorito que quieras que leamos o quieres leer uno nuevo hoy?”.
- O, por ejemplo: “Oye, veo que llevas un arco iris en la camiseta. ¿Sabes cómo se forma el arco iris en el cielo?”.
- O simplemente: “¿Qué quieres que hagamos hoy?”.
¡Cuidado! Sáltate preguntas obvias como: “¿Esta es tu minibiblioteca?”. “¿Es un arco iris lo que llevas en la camiseta?”. En su lugar, puedes dar datos curiosos o compartir experiencias de la vida real para mantener una conversación más auténtica.
4. Acepta ser tonto
Estar rodeado de niños puede sacar el niño que llevas dentro. Los juegos y las actividades te ayudarán a establecer un vínculo, así que no tengas miedo de bajar la guardia y hacer el tonto. De este modo, no sólo te verán como alguien que cuida de ellos, sino también como alguien en quien pueden confiar y con quien pueden divertirse. Puedes hacer muecas, jugar a fingir, imitar sonidos graciosos o incluso contar historias divertidas. Cuanto más creativo seas, más fácil te resultará ganarte no sólo su atención, sino también su corazón.
Algunos niños se lanzan enseguida a una conversación, porque están entusiasmados por conocerte, pero puede que otros no. Para los niños un poco más reservados, no fuerces la conversación cuando veas que aún no están preparados ni les interrumpas cuando estén jugando. En lugar de eso, obsérvalos con una sonrisa amable, empieza a participar poco a poco en la actividad que ya estén haciendo y ve introduciéndote en ella con suavidad.
- Puede decir: “Creo que tengo problemas para encontrar un bloque que encaje en esta pila. ¿Puedes ayudarme a encontrar uno?”.
- O, por ejemplo: “Este dibujo parece incompleto. ¿Qué crees que podría ir aquí?”.
¡Cuidado! No todos los niños están dispuestos a interactuar de inmediato; algunos pueden mostrarse indecisos al conocer a alguien nuevo. Es importante que tantees el terreno y te muestres lo más accesible posible antes de iniciar juegos y actividades divertidas.
5. Hazles sentir que realmente disfrutaste conociéndoles
Debes poner el mismo empeño en terminar una interacción que en empezarla. Cuando llegue el momento de la despedida, hazles sentir que realmente has disfrutado conociéndoles y jugando con ellos.
- Por ejemplo: “¡Ha sido un placer conocerte, Joey! Me ha gustado mucho jugar al ajedrez contigo. Quizá la próxima vez podamos ver juntos el libro que te gustó leer”.
- O: “Muchas gracias por dejarme jugar con tu perro, Jana. La próxima vez, quizá podamos intentar dibujarlo usando todos tus lápices de colores”.
Reflexiones finales
Conectar con los niños durante una entrevista o una prueba es una parte importante para conseguir un trabajo. Puede que incluso sea la parte más importante. Así que, cuando llegue el momento, asegúrate de ir vestido adecuadamente, ser puntual y estar preparado para todo lo que pueda surgirte cuando te reúnas con los niños. Y no te olvides de mostrarles tu personalidad genuinamente asombrosa; ¡seguro que conectas con ellos y te los ganas!
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