Cuando acoges a una niñera en tu casa, es fácil que se difuminen los límites entre lo profesional y lo personal, sobre todo a medida que se desarrollan los vínculos. Aunque una relación estrecha es estupenda, imponer límites garantiza que tanto tu familia como tu niñera se sientan respetadas y cómodas a lo largo de esta relación profesional.
He aquí cómo lograr ese equilibrio y aplicar y mantener los límites profesionales.
Definir funciones y expectativas claras desde el principio
Si acabas de iniciar una relación laboral, empieza con buen pie definiendo claramente lo que esperas de tu niñera. Sé sincera sobre las tareas diarias, las rutinas y los aspectos no negociables. Considera la posibilidad de utilizar un sistema(como éste) en el que todo quede por escrito, como punto de referencia y coherencia para ambas partes. Esto ayuda a la niñera a entender exactamente lo que se necesita y evita confusiones posteriores. Además, sienta unas bases sólidas de respeto mutuo.
Establece un canal de comunicación claro
La comunicación es clave en cualquier relación, y en ésta no es diferente. Ya sea mediante reuniones periódicas, un calendario familiar compartido o una reunión semanal, decide cómo te vas a comunicar y cíñete a ello. Si hay que cambiar por cualquier motivo, tampoco pasa nada, siempre que todos estéis de acuerdo. Así siempre habrá un espacio en el que ambos podréis plantear vuestras dudas o preocupaciones de forma profesional.
Respeta las horas de trabajo
Al igual que tú, tu niñera se merece su tiempo de descanso. Asegúrate de respetar los horarios que habéis acordado y evita llamar o enviar mensajes de texto fuera de esos horarios a menos que se trate de una emergencia. Respetar su horario refuerza que su tiempo libre es tan importante como el tuyo.
Mantén lo personal y lo profesional separados
Aunque es natural establecer vínculos con alguien que pasa mucho tiempo en tu casa, intenta evitar que se difuminen los límites entre lo personal y lo profesional. Puede ser tentador compartir detalles personales, pero mantener la profesionalidad ayuda a ambas partes a sentirse más cómodas y a mantener una relación laboral sana. También ayuda asegurarse de que su niñera respeta estos límites cuando se trata de compartir sobre su propia vida fuera del trabajo, también.
Utiliza contratos y acuerdos formales
Los contratos no son sólo una fachada. Proporcionan un entendimiento claro y por escrito de lo que se espera de ambas partes, desde las obligaciones hasta el salario y el tiempo libre. Contar con este acuerdo formal ayuda a evitar malentendidos y da seguridad tanto a ti como a tu niñera.
Evita la culpabilidad o la presión emocional
Presionar emocionalmente a la niñera -hacerla sentir culpable por tomarse tiempo personal o por decir que no a un trabajo extra- puede hacer que se sienta poco apreciada y abrumada.
En lugar de eso, céntrate en conversaciones abiertas. Si necesitas algo más, pídelo y acepta un no. Un poco de comprensión mantiene las cosas positivas y ayuda a tu niñera a aportar su mejor energía a tu familia.
Limita el solapamiento en la dinámica familiar
Es importante crear una separación saludable entre el papel de tu niñera y la dinámica familiar. Por ejemplo, si hay un desacuerdo familiar o tensión entre los padres, intenta mantener a tu niñera al margen. Esto ayuda a mantener su papel de cuidadora neutral, sin involucrarla en asuntos personales.
Privacidad y espacio (especialmente para las niñeras internas)
Para las niñeras internas, puede ser difícil encontrar el equilibrio entre la vida en casa y el trabajo. Asegúrate de que la niñera tenga su propio espacio y mucha intimidad. Anímala a tomarse sus descansos y a disfrutar de su tiempo libre sin sentir que siempre tiene que estar “encendida”.
Si mantiene estos límites, creará un entorno cómodo y profesional en el que su niñera se sentirá apreciada y se satisfarán las necesidades de su familia. Todo es cuestión de equilibrio: respetar los aspectos personales y profesionales de esta relación única.
Comentarios recientes