Los incendios forestales son una realidad inquietante para muchas familias de Los Ángeles y, como niñera, usted desempeña un papel esencial para mantener a los niños seguros, tranquilos y apoyados. Puede que los niños pequeños no entiendan del todo lo que está ocurriendo, pero a menudo absorben las emociones de quienes les rodean. Su presencia firme y tranquilizadora puede ayudarles a atravesar esta experiencia de un modo que les resulte seguro y manejable.

Esta guía ofrece consejos prácticos para garantizar tanto la seguridad física como el bienestar emocional de los niños a su cargo durante la temporada de incendios forestales.

Crear una sensación de seguridad mediante la reafirmación

Los niños necesitan sentirse seguros, y unas explicaciones claras y adecuadas a su edad pueden ayudarles a procesar lo que está ocurriendo.

Explicaciones sencillas:

Compara la situación con algo que puedan entender. Por ejemplo:
“A veces el tiempo trae lluvia o viento, y ahora mismo hay un gran incendio. Ayudantes como los bomberos están trabajando duro para evitar que se propague y para asegurarse de que todo el mundo se mantiene a salvo.”

Utilice la repetición para tranquilizar:

Repite frases reconfortantes como: “Aquí estamos a salvo. Los ayudantes se están asegurando de que estamos bien”. La repetición puede ayudar a los niños pequeños a sentirse arraigados.

Reconoce sus sentimientos:

Si expresan miedo o tristeza, hazles saber que no pasa nada:
“Es normal sentir miedo cuando no lo entendemos todo, pero estoy aquí para cuidarte”.

Sea sincero, pero optimista:

A los niños que noten pérdidas o pregunten por ellas, responda con sinceridad pero con esperanza:
“Sí, el fuego quemó algunas casas y árboles, pero lo importante es que estamos a salvo, y ya pensaremos juntos qué hacer”.

Reducir la ansiedad controlando el entorno

Los niños son muy sensibles al ambiente que les rodea. Los pequeños cambios pueden suponer una gran diferencia.

Limitar la exposición a las noticias:

Evite poner las noticias donde los niños puedan verlas u oírlas. Las imágenes repetidas de incendios o destrucción pueden aumentar la ansiedad.

Sé consciente de las conversaciones:

Mantenga en privado las conversaciones sobre el incendio o los planes de evacuación. Los niños pueden malinterpretar las conversaciones de los adultos y preocuparse innecesariamente.

Proporcione actividades tranquilas:

Ofrezca actividades que fomenten la concentración y la relajación, como colorear, construir puzzles o leer juntos los libros favoritos.

Haga que el espacio interior sea seguro y acogedor

Un entorno acogedor y seguro puede ayudar a los niños a sentirse más tranquilos en momentos de estrés.

Construye espacios pequeños y acogedores:

Crea un fuerte de juegos o un “lugar seguro” con almohadas, mantas y sus peluches favoritos. Estos espacios cerrados pueden dar a los niños una sensación de control y seguridad.

Fomente el juego creativo:

Proporcione material artístico para dibujar, pintar o hacer manualidades. Las actividades artísticas dan a los niños una salida para procesar sus emociones de una forma que pueden controlar.

Reproducir medios familiares:

Ponga vídeos caseros reconfortantes o sus programas de televisión favoritos. Las imágenes y sonidos familiares pueden distraerle de los acontecimientos externos.

Proteger la salud física por dentro y por fuera

El humo de los incendios forestales puede ser perjudicial, sobre todo para los niños con pulmones en desarrollo.

Controle la calidad del aire:

Compruebe diariamente el índice de calidad del aire (ICA) utilizando aplicaciones como AirNow o los servicios meteorológicos locales. Si el AQI es superior a 150, mantenga a los niños en casa.

Sellar la casa:

Cierra todas las ventanas y puertas y bloquea las corrientes de aire con toallas o burletes para evitar que entre humo.

Utilice purificadores de aire:

Si dispone de él, ponga en marcha un purificador de aire HEPA para limpiar el aire interior. Sugiera a la familia que invertir en uno podría ser útil durante la temporada de incendios forestales.

Evite las actividades al aire libre:

Si tiene que salir al exterior, utilice una mascarilla N95 correctamente ajustada para protegerse de las partículas nocivas. Las mascarillas de tela no son eficaces para el humo.

Prepárese para la posibilidad de evacuación

Las órdenes de evacuación pueden llegar rápidamente, y estar preparado garantiza que esté listo para actuar.

Conocer el plan familiar:

Hable con sus empleadores para conocer su plan de evacuación, incluido:

- Puntos de encuentro designados.

- Contactos de emergencia.

- Qué hacer si los padres no están en casa cuando llegan las órdenes de evacuación.

Prepare una bolsa de emergencia:

Prepara una bolsa con cosas esenciales como:

- Agua y tentempiés.

- Cambios de ropa y pañales para los niños más pequeños.

- Artículos de consuelo como un juguete favorito o una manta.

- Un cargador de teléfono y un botiquín de primeros auxilios.

Mantenga la calma durante la evacuación:

Utilice un tono tranquilizador y dé seguridad, aunque se sienta ansioso. Frases sencillas como “Ahora vamos a un lugar seguro” pueden ayudar a los niños a mantener la calma.

Reconocer a los ayudantes

Los niños suelen fijarse en las imágenes y los sonidos de los vehículos de emergencia. Aproveche estas oportunidades para enseñarles y tranquilizarles.

- “Los bomberos están conduciendo sus camiones para rociar agua sobre el fuego”.

- “Los helicópteros llevan agua para impedir que el fuego se propague”.

Centrarse en los ayudantes no sólo tranquiliza a los niños, sino que también les enseña la importancia del apoyo comunitario durante las crisis.

Cuídate tú también

Su bienestar es tan importante como la atención que presta a los demás.

Mantente hidratado y come bien:

Bebe mucha agua y come alimentos equilibrados para mantener tu energía.

Tómate descansos mentales:

Salga al exterior (si es seguro) para respirar aire fresco o tómese un momento para realizar ejercicios de respiración profunda.

Busque apoyo:

Si te sientes abrumado, habla con la familia o acude a amigos o compañeros.

Apoyar la recuperación tras el incendio

Una vez pasado el peligro, los niños pueden necesitar ayuda para procesar sus emociones y volver a sus rutinas normales.

Hable de su experiencia:

Anímales a expresar lo que han sentido o visto con palabras, dibujos o juegos. Reconoce sus sentimientos y valida sus experiencias.

Restablezca las rutinas:

Vuelva a los horarios habituales de comidas, siestas y actividades lo antes posible. La coherencia ayuda a los niños a sentirse seguros.

Ten paciencia:

Los niños pueden mostrar cambios de comportamiento, como apego o dificultad para dormir. Ofrézcales más comodidad y tiempo para adaptarse.

Reflexiones finales: Su papel como niñera

En épocas difíciles como la de los incendios forestales, su papel va mucho más allá del cuidado de los niños. Usted es una fuente de consuelo, seguridad y estabilidad para los niños y las familias a las que atiende. Si mantiene la calma, está preparado y en sintonía con las necesidades emocionales de los niños, puede ayudarles a superar esta experiencia con resiliencia y confianza.

Juntos, podemos superar estos retos y esperar días mejores.