Ser niñera no es tarea fácil. Proporcionas un cuidado excepcional y completo a tus hijos y haces todo lo que está en tu mano para que sean felices, estén sanos y prosperen. Que te paguen por hacer lo que te gusta es una cosa, pero recibir una gratificación es otra. Más que dinero en efectivo, una gratificación de fin de año puede ser una muestra de reconocimiento y agradecimiento por lo importante que es tu papel para tu familia de niñeras. Pero, ¿qué ocurre si no recibes la gratificación que esperabas o si ni siquiera la recibes?
Aunque hay innumerables razones por las que puede que no recibas la gratificación que esperabas -muchas de las cuales pueden no reflejar tu rendimiento o la importancia de tu trabajo-, puede aparecer un sentimiento de decepción. He aquí cómo gestionarlo.
1. Reconoce tus sentimientos
Esta es importante, ¡tienes derecho a sentir y nombrar tus sentimientos, niñera! Aunque te resulte más fácil ignorarlos, a la larga esta opción puede acabar afectando a tu estado de ánimo, a tu forma de afrontar las tareas y a tu salud mental en general. Y seguro que no quieres que eso ocurra, ¿verdad? Así que si te sientes decepcionado por no haber recibido una gratificación que tanto te ha costado ganar, debes saber que no pasa nada y que no hay que avergonzarse por sentir lo que uno siente.
“Una parte del afrontamiento saludable de la decepción consiste en recordarse a uno mismo que la decepción es como una ola: hay que cabalgarla hasta que pase”, afirma Justin Arocho, psicólogo especializado en el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos de ansiedad. Reconocer las emociones es el primer paso para afrontarlas de forma sana. Una vez que lo hayas reconocido, te resultarán más fáciles los pasos siguientes.
2. Reevalúe su perspectiva
Todos hemos visto los memes de expectativas frente a realidad que circulan por las redes sociales. Y sí, la raíz de muchas de nuestras decepciones son nuestras propias expectativas. La decepción se produce cuando establecemos expectativas y la realidad resulta ser diferente. Así, cuando crees que vas a recibir la bonificación que esperabas y no la recibes, puedes sentirte decepcionado o, lo que es peor, infravalorado.
Haz una pausa. Respira. Has trabajado muy duro, ¡y todo ese trabajo merece un reconocimiento! Sepa que su familia de niñeras le aprecia y que nosotros le apreciamos SIEMPRE. Es posible que su NF no haya equiparado sus esfuerzos del año pasado con una prima de vacaciones anticipada, pero eche la vista atrás y recuerde los días en los que le han mostrado su aprecio, ya sean notas cariñosas que ha recibido de los niños, un regalo que le dieron el día de su cumpleaños o incluso palabras de ánimo después de un largo día. Cuando se tome un momento para reflexionar, se dará cuenta de que, a veces, ser bienvenido, querido y reconocido es también una indicación de lo apreciados que son usted y su trabajo. Entendemos perfectamente que las finanzas y el agradecimiento son dos conversaciones diferentes, y estamos llegando a un paso de acción, ¡lo prometemos! Pero un poco de gratitud hace mucho.
En una entrevista con Sam Weinman, autor de Win at Losing: How Our Biggest Setbacks Can Lead to Our Greatest Gains, el psicólogo Dr. Jim Loehr habla de enmarcar los acontecimientos de nuestra vida de forma constructiva. Dice que cuanto más aprendamos a enmarcar de forma constructiva y positiva, sin dejar de ser honestos, mejor podremos procesar la decepción. Muy acertado, ¿verdad?
3. Comunicarse con las personas adecuadas
He aquí una forma de afrontar la decepción que puede resultar intimidante al principio: mantener una conversación al respecto con las personas adecuadas. Si te sientes infeliz, confuso o decepcionado, comunícalo a tus jefes. Puede que sea una conversación difícil, pero la comunicación abierta es la clave de una buena relación niñera-familia.
Esto da a tus empleadores la oportunidad de explicar sus razones, y puede salir a la luz que la situación es más compleja de lo que parece. Las realidades de este último año han pasado factura a muchos, incluidos muchos empleadores de niñeras. La mayoría de las familias se han visto muy afectadas por la recesión económica -desde la caída de la bolsa hasta el aumento de los precios debido a la inflación, pasando por los despidos inminentes en muchas empresas, etc.- y es posible que sus empleadores se enfrenten a problemas financieros que usted desconoce. Este año, los presupuestos de algunas familias son más ajustados de lo habitual, y es posible que no puedan igualar económicamente lo que han ofrecido como gratificación en el pasado.
Es natural querer evitar la conversación, pero por muy importante que sea reconocer cómo te sientes, también es significativo abordar el tema del elefante en la habitación.
Consejos para una conversación fluida
- Fije una hora para la conversación. Pida reunirse en persona (si es posible) en el momento que mejor convenga a todos, preferiblemente cuando no esté trabajando.
- Dirija con profesionalidad. Esto puede incluir escuchar activamente y demostrar que entiendes, pero también ofrecer tus propios pensamientos y opiniones de forma respetuosa y profesional.
- Negocia educadamente. Una vez entablado el diálogo con tus jefes, plantéate pedir una alternativa. Piensa en tiempo libre remunerado adicional, ayuda con el billete de avión de vuelta a casa o una sugerencia que se adapte específicamente a vuestra relación y situación.
- Termina la conversación en buenos términos. Asegúrate de que todo se ha tratado y expresado antes de terminar la conversación.
Si, después de la conversación, sientes que no hay una explicación razonable para el hecho de que no hayas recibido una bonificación y, en cambio, crees que se trata de un patrón continuado de falta de respeto, tenlo también en cuenta. Aunque puede ser un descubrimiento doloroso, puede ser la clave para encontrar un nuevo puesto en el que se te valore y respete más (pero, de nuevo, probablemente ya lo sabías). Aunque el trabajo de niñera puede parecer más íntimo y personal que muchas otras profesiones, al fin y al cabo se trata de un acuerdo comercial. Nos empeñamos en animarte a hacer lo mejor para ti.
4. No dejes que se encone
Albergar sentimientos negativos no sólo puede afectar negativamente a tu rendimiento laboral, sino que también puede repercutir en ti y en tu salud fuera del lugar de trabajo. Así que si ya has terminado con los pasos anteriores, lo último que quieres es no dejar que eso te impida hacer tu trabajo.
Sabemos que te encanta tu trabajo. Desde el principio, tu prioridad ha sido proporcionar los mejores cuidados a tu hijo niñero. Es fácil sentirse decepcionado, pero si has tenido una conversación difícil y has decidido quedarte con la familia, tendrás que aceptar las circunstancias y darte cuenta de que es hora de seguir haciendo lo que te gusta: cuidar de tu NK.
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