Para los padres y cuidadores de bebés, el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es una preocupación constante. Este fenómeno inexplicable mata a unos 3.500 bebés cada año, y asusta especialmente a padres y cuidadores porque los médicos no están totalmente seguros de cuál es su causa. Aunque se denomina “síndrome”, en realidad es un término genérico que se utiliza para describir la muerte inexplicable de niños menores de un año que, por lo demás, están sanos. Las muertes suelen producirse durante el sueño y pueden estar relacionadas con defectos cerebrales, infecciones respiratorias o cualquier otra causa, pero la comunidad médica aún no ha llegado a un consenso sobre una causa concreta.
Lo que sí han conseguido con éxito es identificar algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de que un bebé sufra TID. Esto empezó en los años 90, cuando la AAP lanzó su campaña “Back to Sleep”, que animaba a los padres a acostar siempre a los bebés boca arriba. Como resultado de esta y otras iniciativas de sueño seguro, las tasas de SMSL disminuyeron exponencialmente, pasando de unas 130 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en 1990 a 38 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en 2016. Por eso es tan importante conocer y comprender las directrices más recientes.
Cada pocos años, la AAP introduce pequeños cambios y actualizaciones en sus directrices, y es vital que cualquier persona que cuide de un bebé conozca la información más reciente sobre cómo dormirlo de forma segura. Históricamente, dice Richard Pass, enfermero diplomado y fundador de Save A Little Life, cualquier bebé que moría por causas desconocidas se incluía en la categoría de fallecido por SMSL. Pero no todos los bebés que morían misteriosamente eran víctimas del SMSL: algunos de ellos morían en realidad por estrangulamiento o asfixia, y ésa es una de las principales razones por las que nacieron las directrices de sueño seguro.
El objetivo de las directrices es detener las muertes inexplicables que antes se atribuían al SMSL pero que en realidad podían haberse evitado, como la asfixia de un bebé bajo una manta o el sobrecalentamiento. Según Pass, lo que hay que saber de las directrices actuales es lo siguiente:
- Los bebés deben dormirse siempre boca arriba, hasta que empiecen a darse la vuelta por sí solos (lo que suele ocurrir en torno a los 4 o 5 meses de edad, dice Pass).
- Una vez que los bebés pueden darse la vuelta, ya no se les debe envolver en pañales, ya que esto impide que puedan moverse si se dan la vuelta sobre el estómago.
- Los bebés deben dormir en un colchón firme con sólo una sábana bajera y sin más mantas, peluches, almohadas o juguetes.
- Los bebés no deben dormirse nunca sobre superficies blandas, como un sofá, ni en dispositivos no homologados para ello, como una silla hinchable.
- Los bebés deben dormir en habitaciones bien ventiladas y con ropa ligera, ya que el sobrecalentamiento puede aumentar el riesgo de SMSL. “Lo ideal para la mayoría de los dormitorios infantiles es que la temperatura ambiente oscile entre 70 y 72 o 73 grados”, afirma Pass.
Pass reconoce que las directrices convierten la cuna infantil moderna en un lugar bastante “estéril”, pero eso es lo que apoyan las investigaciones. “Es sólo un bebé sobre un colchón, una sábana, sin mantas ni todas esas cosas que muchos padres han tenido ahí durante tanto tiempo”, dice. En otras palabras, prescinde durante un tiempo de los juegos de cuna o, al menos, quítalos del colchón antes de acostar al bebé. La AAP incluso ha advertido contra el uso de protectores de cuna, ya que pueden suponer un riesgo de atrapamiento para los bebés que pueden darse la vuelta.
Por último, muchos padres y cuidadores también se preguntan sobre el colecho. Aunque la AAP recomienda que los bebés duerman con sus padres durante el primer año, no recomienda que compartan la cama con ellos. Para los padres y cuidadores que prefieren dormir cerca del bebé, la Dra. Sears, experta en crianza natural, recomienda un colecho que permite estar al alcance de la mano sin compartir el colchón.
El riesgo de SMSL para la mayoría de los niños disminuye drásticamente en torno al año de edad, pero sigue siendo una buena idea consultar con el pediatra antes de permitir que duerman con un montón de almohadas, peluches u otros peligros potenciales.
Puede que pasen años antes de que los investigadores sean capaces de determinar una explicación exacta de las causas del SMSL, pero las pautas de sueño seguro han demostrado su eficacia a la hora de prevenir miles de muertes infantiles desde que se pusieron en práctica hace más de dos décadas, y conocer estos consejos te ayudará a dar a cualquier bebé a tu cargo la mejor oportunidad posible de mantenerse seguro y sano mientras duerme la siesta.
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