El verano es la estación del sol, la aventura y las merecidas vacaciones. Pero también es una época en la que los niños suelen perder algunas de las habilidades académicas que tanto les ha costado desarrollar durante el curso escolar. Esta pérdida de aprendizaje, a menudo denominada "resbalón estival", puede dificultar la vuelta al colegio y desanimar a los niños cuando llega el otoño.
¿La buena noticia? Con un plan bien pensado y un poco de creatividad, tu niñera puede ayudar a los niños a mantener sus habilidades a punto mientras se divierten en verano.
1) Qué es el resbalón estival (y por qué es importante)
El síndrome de abstinencia estival se refiere a la pérdida de aprendizaje que muchos estudiantes experimentan durante el largo paréntesis académico del verano. Según las investigaciones, los estudiantes pueden perder:
- Hasta un 20% de los avances escolares en lectura
- Hasta un 27% de mejora en matemáticas
Además, los niños de 3 a 7 años corren el riesgo de perder algunas de las habilidades motoras finas que tanto les ha costado aprender y perfeccionar. Estas pérdidas son más frecuentes cuando los niños tienen poco acceso a la lectura, a actividades de enriquecimiento o a la práctica de habilidades durante el verano. Aunque las vacaciones son importantes para descansar y jugar, los pequeños esfuerzos para mantener la mente (¡y los dedos!) ocupados pueden marcar una gran diferencia en cómo se sienten los niños cuando vuelven al colegio.
2) Cómo pueden ayudar las niñeras a prevenir la pérdida de aprendizaje
Las niñeras están en una posición única para apoyar el aprendizaje de los niños durante los meses de verano. A diferencia de las clases particulares formales, la ayuda de una niñera puede resultar orgánica, relajada e integrada en el ritmo de la vida cotidiana.
He aquí cómo pueden ayudar las niñeras:
- Fijar objetivos de aprendizaje para el verano: Trabajar con los padres para identificar las habilidades clave que hay que mantener (por ejemplo, las palabras a primera vista, las operaciones de multiplicación, la escritura a mano).
- Cree una rutina flexible: Reserva un breve espacio de tiempo cada día (¡incluso de 15 a 30 minutos!) para centrarte en el aprendizaje.
- Aprovecha los momentos cotidianos para enseñar: desde contar el cambio en el camión de los helados hasta leer las señales en el parque, las niñeras pueden encontrar oportunidades de aprendizaje en todas partes.
- Fomente la curiosidad: El verano es una época perfecta para explorar los intereses de los niños a través de libros, proyectos y actividades prácticas.
El objetivo es ayudar a los niños a seguir creciendo, sin que el verano se parezca a la escuela.
3) Ideas sencillas para integrar el aprendizaje en la diversión estival
a) Lectura
- Crea un club de lectura de verano: Elige libros apropiados para tu edad y establece hitos divertidos (¡con pequeñas recompensas!) por cada uno que termines.
- Leed juntos en voz alta: Incluso los niños mayores se benefician de escuchar un lenguaje rico y de contar historias.
- Visite bibliotecas y librerías: Haz que las salidas para elegir nuevos libros formen parte de tus aventuras semanales.
b) Escritura
- Fomente la escritura de diarios: Deja que los niños documenten sus recuerdos del verano (y practiquen su motricidad fina) con palabras, dibujos o fotos.
- Envía postales: Si viajas (o te quedas en casa), pide a los niños que escriban postales a sus amigos o familiares en las que cuenten sus aventuras.
- Crea historias: Construyan juntos historias divertidas o anime a los niños a escribir sus propias tiras cómicas.
c) Matemáticas
- Cocinar juntos: Medir los ingredientes es ideal para practicar fracciones y multiplicaciones, a la vez que se ejercita la motricidad fina.
- Juegos y rompecabezas: Los juegos de mesa, los juegos de cartas y los puzles de lógica fomentan la capacidad de resolver problemas de forma lúdica.
- Practica la compra: Haz que los niños mayores ayuden a calcular los gastos y el cambio durante los recados.
d) Ciencia y exploración
- Paseos por la naturaleza: Identifiquen juntos plantas, insectos o pájaros.
- Experimentos sencillos: Prueba divertidos proyectos científicos caseros, como hacer baba, crear volcanes de vinagre y bicarbonato o cultivar hierbas.
- Observación de estrellas o jardinería: Lleva el aprendizaje a contextos reales que despierten el asombro.
4) Cómo las familias y las niñeras pueden asociarse para elaborar un plan
Los planes de aprendizaje de verano que tienen más éxito son aquellos en los que colaboran las niñeras y las familias. He aquí cómo empezar:
a) Fijar juntos objetivos claros
- ¿A qué asignaturas o competencias quieren dar prioridad los padres?
- ¿Existen recomendaciones escolares específicas (como listas de lecturas de verano)?
- ¿Cuáles son los intereses del niño y cómo puede conectarse el aprendizaje con ellos?
b) Que sea divertido y flexible
Ningún niño quiere que el verano le parezca un sinfín de deberes. Apunta:
- Sesiones cortas y constantes
- Aprendizaje basado en el juego siempre que sea posible
- Una mezcla de actividades (al aire libre, en interiores, creativas, prácticas)
c) Compruebe regularmente
Haz revisiones rápidas cada semana:
- ¿Qué funciona?
- ¿Qué podría ser más divertido o atractivo?
- ¿Cómo responde el niño?
Los pequeños ajustes mantienen las cosas positivas y eficaces.
El resbalón del verano es real, pero también lo es el poder de las niñeras creativas y atentas para ayudar a los niños a mantenerse comprometidos y preparados para el próximo año escolar. Al integrar el aprendizaje en el juego, la exploración y los momentos cotidianos, las niñeras pueden hacer que el verano sea alegre y enriquecedor.
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