No hace tanto tiempo que la programación parecía una habilidad reservada a los ingenieros de software o, como mínimo, a los estudiantes universitarios que se especializaban en algún tipo de informática. Pero la programación ya no está desterrada a la tierra de los adultos. Cada vez es más frecuente que incluso los niños más pequeños aprendan a programar como forma de prepararse para un futuro centrado en la informática. El año pasado, el CEO de Apple, Tim Cook, dijo que cree que la codificación “debería ser obligatoria en todas las escuelas públicas del mundo”. En 2015, más de 7 millones de ofertas de empleo requerían conocimientos de programación, en ocupaciones que van desde analistas de datos a artistas y diseñadores gráficos. Parece que la codificación es el lenguaje del futuro. Y no solo los grandes nombres de la tecnología piensan así. Cada vez más, las familias buscan niñeras que introduzcan a sus hijos en el mundo de la programación y les proporcionen una ventaja competitiva en el aprendizaje de esta habilidad imprescindible.

Lindsay Heller, consultora de niñeras y psicóloga licenciada, más conocida como The Nanny Doctor, cuenta a Westside Nannies que algunos de sus clientes más famosos están empezando a buscar niñeras que codifiquen. Un cliente famoso incluso describió la codificación como “el lenguaje de elección” que querían que su hijo aprendiera. “Son futuristas y creen que la codificación es el lenguaje del futuro”, dice Heller. “Así que quieren que su hijo aprenda más eso que un segundo idioma”.

Por supuesto, esto no significa que las segundas lenguas estén obsoletas. Heller afirma que sigue habiendo demanda de niñeras que posean diversas habilidades, entre ellas la de hablar y enseñar lenguas extranjeras. Pero sí significa que la codificación está en el radar de los padres, en parte porque se ha convertido en una habilidad tan importante, pero también porque muchos padres no están totalmente seguros de por dónde empezar a ayudar a sus hijos a adquirir esta habilidad. “Es la primera vez que oigo a alguien decirlo tan claramente”, dice Heller de su cliente de Futurist, “pero los padres se sienten absolutamente perdidos a la hora de ayudar a sus hijos con esta habilidad. Buscan apoyo para esa habilidad de forma parecida a si quisieran que su hijo aprendiera a tocar el piano o el violín, e intentan encontrar a la persona adecuada para ayudarles.”

Para las niñeras que buscan posicionarse para atraer a clientes de mayor renombre u obtener ofertas de trabajo con mayor potencial de ingresos, la codificación es una forma de aventajar a la competencia. Y, por suerte, no es difícil encontrar un lugar donde empezar a aprender y construir tu cartera. Hay varios recursos en línea que ofrecen cursos para programadores principiantes y oportunidades de trabajar en proyectos reales, y muchos de ellos lo hacen gratis o a muy bajo coste. Aquí tienes tres sitios para empezar:

Perfeccionamiento

Se trata de un bootcamp gratuito que promete llevar a los programadores desde el nivel principiante al avanzado. Las lecciones se centran en la creación de sitios web, y a los estudiantes visuales les encantarán las lecciones en vídeo. Al final, tendrás una serie de proyectos terminados para usar en tu portafolio.

Codecademy

Este es uno de los sitios más populares para empezar a aprender codificación. Cada tema (HTML, CSS, JavaScript, etc.) se divide en cursos fáciles de asimilar, con pruebas y proyectos interactivos. - está dividido en cursos fáciles de digerir con cuestionarios y proyectos interactivos. La inscripción es gratuita, pero también puedes acceder a funciones premium, como tablones de mensajes comunitarios y proyectos especiales de creación de carteras, por sólo 19,99 dólares al mes.

Campamento de código gratuito

Aprende programación a tu propio ritmo como miembro de esta comunidad gratuita que ofrece miles de lecciones de programación, tutoriales, retos, proyectos y certificados. Con el tiempo, a medida que avances, tendrás la oportunidad de realizar proyectos reales de codificación para organizaciones sin ánimo de lucro que podrás utilizar en tu currículum o en un portafolio.

Una vez que sabes codificar, o al menos entiendes lo básico, hay docenas de formas de incorporar la codificación a tus actividades cotidianas. Puede enseñarse a los niños a través de una aplicación como Scratch Jr., que guía a los niños en la creación de historias interactivas utilizando un lenguaje de codificación básico, o utilizando cualquiera de las docenas de juguetes y robots que hay en el mercado, como Kibo, que es un kit de robótica para niños a partir de 4 años.

Pero también hay formas de empezar a poner en práctica los conceptos básicos sin necesidad de pantallas ni tecnología. Por ejemplo, jugando a un juego de “ordenador y programador” en el que los niños se sientan espalda con espalda y uno -el “programador”- hace un dibujo sencillo y luego debe explicar con pasos detallados lo que la persona designada como “ordenador” debe hacer para duplicar el dibujo. O hay un sencillo juego de tiza en la acera llamado “robot y programador”, en el que tú eres el robot y los niños tienen que utilizar órdenes sencillas para guiarte a través de un laberinto de tiza hasta una “zona de rociado” donde pueden rociarte con agua. Los estudios han demostrado que este tipo de juegos mejora la capacidad de los niños para secuenciar cosas, lo que a su vez puede tener grandes beneficios a la hora de aprender matemáticas y ciencias.

Aprender a programar no es sólo ayudar a los niños a los que cuidas. También se trata de darte una ventaja competitiva y abrir las posibilidades del tipo de cuidado de calidad que puedes proporcionar. Incluso para las familias que no buscan específicamente niñeras codificadoras, tener estas habilidades y saber cómo ayudar a los niños a desarrollarlas es una inversión que merece la pena y que puede aportar beneficios sorprendentes y duraderos.