Pasar de tener una niñera a tiempo completo en casa a matricular a tu hijo en preescolar es un gran paso, tanto para ti como para tu pequeño. Aunque es un hito emocionante, puede conllevar muchos sentimientos, cambios logísticos y nuevas rutinas. He aquí cómo usted y su niñera pueden hacer que esta transición sea lo más suave posible para todos los implicados.
1) Cómo preparar a su hijo para un cambio de rutina
A los niños les gusta la constancia, así que cualquier cambio importante en su horario diario, sobre todo uno tan grande como empezar la educación preescolar, puede resultarles abrumador. Por eso es importante empezar a prepararlos con antelación.
He aquí algunas formas sencillas de facilitar la incorporación de tu hijo a la nueva rutina:
- Habla de lo que está por venir. Empieza a mencionar el preescolar en tus conversaciones. Háblales de las actividades divertidas que harán, de los nuevos amigos que conocerán y de los adultos que les ayudarán allí.
- Lee libros sobre preescolar. Cuentos como Llama Llama echa de menos a mamá o La mano que besa pueden ayudar a los niños a procesar la separación y a entusiasmarse con su nuevo entorno.
- Practica rutinas preescolares en casa. Intenta levantarte y vestirte a la misma hora cada mañana, desayunar y hacer una breve rutina de “despedida”, incluso si todavía pasan el día con su niñera.
- Visite el centro con antelación. Si es posible, programe algunas visitas sin cita previa. Familiarizarse con el espacio puede marcar una gran diferencia el primer día.
La clave está en crear un cambio gradual en lugar de un cambio repentino. Deja que tu hijo adquiera confianza y se sienta cómodo a su propio ritmo.
2) Formas de implicar a la niñera en el proceso de transición
Es probable que su niñera haya sido una figura central en la vida de su hijo, proporcionándole apoyo emocional, estructura y una fuerte sensación de seguridad. Incluirla en el proceso de transición al preescolar puede beneficiar a todos los implicados.
He aquí cómo puede ayudarte tu niñera:
- Prepárense juntos. Pídale a la niñera que lea libros de preescolar con su hijo, que juegue a dejarle en el colegio o incluso que le ayude a preparar la mochila por la mañana. Esto crea continuidad y comodidad.
- Deje a su hijo en el colegio (si procede). Si su niñera va a llevar a su hijo al colegio, empiece pronto a practicar la rutina de dejarle en casa. Así, su hijo experimentará la transición en presencia de alguien en quien confía.
- Celebra el hito. Es posible que tu niñera también quiera celebrar este momento. Anímala a escribir una nota, crear un álbum de fotos o compartir un ritual especial de despedida si su tiempo con tu familia está llegando a su fin.
- Comunícate abiertamente. Si su niñera va a dejar su hogar, manténgala informada e involúcrela en el proceso de planificación. La mayoría de las niñeras se preocupan de verdad por sus hijos y aprecian formar parte del cierre.
Esta colaboración no sólo alivia los nervios de su hijo, sino que también ayuda a su niñera a sentirse valorada e incluida, incluso cuando su función evoluciona o llega a su fin.
3) Cómo mantener la conexión entre su niñera y su hijo
Para muchas familias, el vínculo entre la niñera y el niño es profundo y duradero. Si quieres mantener esa relación, hay muchas formas de hacerlo.
Algunas ideas:
- Programe encuentros ocasionales. Incluso después de que tu hijo empiece preescolar, puedes invitar a la niñera a una excursión de fin de semana o a una visita extraescolar.
- Envía actualizaciones y fotos. A las niñeras les encanta ver cómo crecen y prosperan sus antiguos pupilos. Es una forma estupenda de mantener el contacto y mostrar agradecimiento.
- Crea un sistema de “amigos por correspondencia”. Para los niños un poco mayores, enviar dibujos, notas o pequeños regalos puede ser un ritual muy significativo.
- Celebren juntos los hitos. Ya sea una fiesta de cumpleaños o una graduación de preescolar, invitar a tu antigua niñera a estos eventos puede hacer que siga formando parte del círculo de tu hijo.
Por supuesto, cada situación es única, y algunas familias y niñeras prefieren una ruptura limpia. Tampoco pasa nada. Lo más importante es hacer lo que les parezca bien a tu hijo y a tu familia y honrar el vínculo de una forma que tenga sentido para todos.
La transición de la niñera al preescolar puede parecer un gran salto, pero con una preparación cuidadosa, colaboración y atención, puede ser un hermoso nuevo capítulo para su hijo. Y tanto si la niñera sigue formando parte de la vida de su hijo como si se aleja suavemente, su papel en el viaje de su familia siempre será importante.
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