Contratar a una niñera es un gran paso e, idealmente, el comienzo de una relación de confianza y a largo plazo. Pero, ¿qué ocurre cuando las cosas “no van bien” después de la contratación? Es natural esperar que las pequeñas preocupaciones se resuelvan por sí solas, pero a veces merece la pena prestar atención a esas primeras señales de advertencia.
1) Cómo detectar a tiempo los problemas de compatibilidad
Incluso con un proceso de entrevistas minucioso y unas referencias brillantes, algunos desajustes sólo se ponen de manifiesto una vez que la niñera está trabajando en su casa. Pero esto no significa necesariamente que sea una mala niñera, sino que no es la más adecuada para tu familia.
He aquí algunas de las principales señales de alarma:
a) Falta de compromiso con su hijo
Notas que tu niñera está más centrada en su teléfono que en tu hijo, o parece pasiva en lugar de participar activamente en el juego, la lectura o la interacción. La conexión y la atención son elementos clave de un cuidado de calidad, sobre todo en las primeras fases de la relación.
b) Incumplimiento de las normas domésticas
Puede que le hayas pedido que no pase tiempo frente a una pantalla, pero te encuentres con que tu hijo está viendo la tele. O se salta la rutina de la siesta. Una niñera que ignora sistemáticamente sus límites, por pequeños que sean, puede no estar respetando plenamente su estilo de crianza.
c) Comunicación deficiente
Si tu niñera evita ponerte al día, es imprecisa sobre las actividades del día o parece a la defensiva cuando le haces preguntas, eso es preocupante. Una dinámica saludable entre niñera y familia se basa en una comunicación abierta y respetuosa.
d) Problemas de puntualidad o fiabilidad
Llegar tarde, coger demasiados días por enfermedad al principio o no cumplir los compromisos son signos claros de inestabilidad potencial en el puesto.
e) Sentimientos viscerales
A veces no se trata de un comportamiento concreto, sino de una sensación constante de que algo no va bien: su hijo parece infeliz, la energía de su hogar es tensa o usted se siente nervioso cuando la niñera está presente. Confía en tu instinto y entabla una conversación.
2) Pasos a seguir si detecta problemas después de la contratación
Es importante no sacar conclusiones precipitadas, pero también lo es no ignorar los problemas actuales. ¿La buena noticia? Muchas de las preocupaciones iniciales pueden resolverse con una comunicación reflexiva y proactiva.
a) Paso 1: Observar y documentar
Dedica unos días a prestar más atención. Registra lo que ocurre, cuándo ocurre y cómo os hace sentir a ti y a tus hijos. Esto te ayudará a abordar cualquier conversación necesaria con claridad y ejemplos concretos, no sólo con emoción.
b) Paso 2: Programar un check-in
No dejes que aumente la frustración. Reserva tiempo para hablar en privado y con calma. Empieza agradeciéndole las cosas y luego expresa tus preocupaciones con claridad y amabilidad:
“Estamos muy contentos de tenerte aquí. Quería comprobar algunas cosas que he notado, para asegurarnos de que todos estamos alineados para seguir adelante.”
Sea concreto. Utiliza frases con “yo” en lugar de acusaciones e invita a tu niñera a compartir su punto de vista.
c) Paso 3: Establecer expectativas claras
Si es necesario cambiar un comportamiento, hágalo explícito. Por ejemplo:
- “Nos gustaría que reforzara nuestra política de no pantalla en adelante”.
- “¿Podemos acordar registrarnos cada tarde con una rápida actualización del día?”
También puedes revisar o modificar el contrato de la niñera si es necesario, para que ambas partes tengan claras las expectativas.
d) Paso 4: Establecer un calendario de mejora
Si se trata de un problema más grave (como la impuntualidad continuada o la falta de compromiso), dale tiempo a la niñera para que mejore, pero sé directo sobre lo que tiene que cambiar y cuándo volverás a hablar de ello.
Por ejemplo:
“Volvamos a ponernos en contacto el próximo viernes y veamos cómo van las cosas. Confío en que podamos volver a la pista”.
e) Paso 5: Saber cuándo es el momento de separarse
Si ha abordado las preocupaciones con claridad y las cosas siguen sin mejorar después de que haya pasado algún tiempo, puede que sea el momento de seguir adelante. No todas las contrataciones son adecuadas, y no pasa nada. Poner fin a la relación de forma respetuosa permite a ambos avanzar y abre la puerta a encontrar a alguien que se adapte a su familia.
Las banderas rojas después de la contratación no tienen por qué descarrilar toda su experiencia con la niñera, pero sí deben abordarse. Con una comunicación compasiva, límites claros y la voluntad de actuar si es necesario, puede proteger el bienestar de su familia y encontrar un camino a seguir que se sienta bien.
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